El curriculum vitae

Cuando andamos buscando trabajo o queremos presentar nuestra solicitud para conseguir una beca, entre otras situaciones, nos veremos en la necesidad de redactar un curriculum vitae (en su forma abreviada, C.V.).


El C.V. es un tipo de texto formal y con una estructura bastante prefijada que refleja nuestra trayectoria académica y profesional: es decir, lo que hemos estudiado, lo que sabemos hacer, los trabajos que hemos desempeñado...  Los apartados que no deben faltar en un C.V. son:
  • Datos personales: nombre, apellidos, DNI, dirección, teléfono, email.
  • Formación académica: qué hemos estudiado y dónde.
  • Experiencia profesional: dónde hemos trabajado, durante cuánto tiempo, qué actividades hemos desarrollado...
  • Otros datos de interés: conocimiento de idiomas e informática; publicaciones; carné de conducir; disponibilidad para viajar; referencias (personas que nos conocen y pueden dar un informe favorable de nosotros), etc.
Existen infinidad de modelos de C.V., aunque pueden reducirse a dos tipos básicos:
  • cronológico: Es el más habitual. Los datos se organizan cronológicamente, del más antiguo al más reciente, o a la inversa.
  • funcional: Difumina el factor tiempo y resalta nuestro perfil y habilidades.
Podéis ver ejemplos de ambos tipos en las webs de Adecco o Don Empleo.

¿Sabíais, además, que desde hace unos años existe un modelo estandarizado de C.V. a nivel europeo? Este ya es el modelo que exigen algunas empresas. Podéis crear el vuestro desde la aplicación de Europass.

El historial que presentamos en nuestro C.V. debe convencer a la persona que lo lee de que somos los candidatos ideales para ese puesto de trabajo o esa beca que queremos conseguir. Hay muchos sitios de Internet que nos ofrecen consejos para redactar un buen C.V., pero yo destacaría como imprescindibles los siguientes:
  1. Presentación: limpieza, buena estructuración visual de párrafos y márgenes, diseño atractivo pero sin estridencias.
  2. Corrección en el uso de la lengua: ortografía, morfosintaxis, selección adecuada del léxico.
  3. Pertinencia: los datos que incluyamos tienen que venir a cuento. El ser coleccionista de "Barbies" puede darte puntos para un puesto de dependiente de juguetería, pero es improbable que suceda lo mismo en una clínica dental, ¿verdad?
  4. Honestidad: hinchar el C.V. a base de mentiras siempre termina siendo contraproducente.
Y para terminar, acordaos de que la palabra latina vitae va acentuada en la sílaba vi. No parezcáis unos catetos pronunciando vitáe.


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